David Casals, pintor

La panacea

Quizás lo más difícil para el artista es intentar poner orden para, a posteriori, entender qué hace y para qué. Pero con el tiempo uno llega a la conclusión de que estas preguntas mejor no hacérselas. La importancia no reside precisamente en el resultado, en lo que se ve, en lo que perdura, sino en todo lo anterior, en el proceso que nos ha llevado a tal fin. Y es éste el que da sentido a la existencia del artista y es buena la obra que dé lectura de él. Querer comprender este camino y, además, transmitirlo, es ardua tarea, quizás imposible. La perseverancia en la búsqueda del qué, normalmente te lleva al fracaso, no encuentro el método para llegar a él. Me doy ahora cuenta de que me enquisto en buscar el gran tema, el gran motivo, en el que valga la pena emplear largas jornadas de pincel con el fin de obtener un resultado sorprendente. Saber cuándo y cómo te llegará esta idea sería la panacea para la creación artística. Pasas meses, incluso años, no sin trabajar, pero deambulando de un lado para otro. Jornadas enteras, semanas enteras, en que estás esperando aquel instante lúcido en que todo se clarifica y empieza el camino de una nueva pieza. Tiempo que dedicas a obras que quizás no llegarán donde tú pretendes. Intentos fallidos que con el tiempo llegas a comprender y a cogerles cariño. Pretender llegar a ser lo que no eres, ni podrás ser nunca.

Depurar esto te lleva a comprender que todo es más cercano, que la respuesta no está allí fuera, sino dentro de ti. Te aferras en buscar paisajes lejanos e insólitos, sin darte cuenta de la fuerza de algo tan cercano como la pared de piedra del taller. Es en este punto cuando comprendes que tal panacea no tiene que existir, por qué quizás la magia está en no saber de este instante, en estar esperándolo, en querer engullirlo en cada bocanada de aire. Y es este vilo el que te mantiene y da sentido a todo el proceso de creación.

Y llegará la inspiración que pondrá a funcionar toda la maquinaria. Te tendrás que pelear con el motivo para darle resultado, y tus habilidades te salvaran del triste fracaso. Encima, cuando lo hayas conseguido, comprenderás que volviste a quedar lejos. Necesitas volver a empezar.

David Casals, junio 2012.